Gracias a Eduardo Duarte descubrí esta opinión de Stephen Andriole acerca de lo que ocurrió con el vaivén del gobierno de IT en las organizaciones y, como está siendo desafiado por las nuevas tecnologías y nuevas generaciones.
Los péndulos van y vienen en muchas áreas. Esto es especialmente cierto en las empresas y en el gobierno de la tecnología. Pero dejara de pivotar para siempre muy pronto. Veamos por qué las cosas son tan diferentes ahora – y que puedan permanecer así para siempre.
La vieja definición
Comencemos con una definición de gobierno de la tecnología. Wikipedia lo describe como:
… Una disciplina subconjunto de Gobierno Corporativo centrada en la tecnología de la información (IT), su desempeño y la gestión de riesgos. El creciente interés en el gobierno de IT se debe en parte a las iniciativas de cumplimiento de regulaciones, por ejemplo la Ley Sarbanes-Oxley en los EE.UU. y de Basilea II en Europa, así como el reconocimiento que los proyectos de IT pueden estar fuera de control fácilmente y afectar profundamente el desempeño de una organización. Un tema característico de los debates de gobierno de IT es que la capacidad de IT ya no puede ser una caja negra. La participación tradicional de los ejecutivos de dirección en los problemas de IT fue dejar todas las decisiones clave de IT de la empresa en manos de los profesionales de IT. El gobierno de IT implica un sistema en el que todas las partes interesadas, incluido el directorio, los clientes internos y, en particular, departamentos como finanzas, tienen la información necesaria en el proceso de la toma de decisiones. Esto impide que IT lo haga de forma independiente y más tarde sea el único responsable de las pobres decisiones. También evita que después, los usuarios críticos consideren que el sistema no se comporta como se esperaba ….
Los objetivos primarios del gobierno de la tecnología de la información son;
- asegurar que las inversiones en IT generen valor de negocio, y
- mitigar los riesgos que están asociados con IT.
Esto puede hacerse mediante la aplicación de una estructura organizacional con funciones bien definidas para la responsabilidad de la información, procesos de negocio, aplicaciones, infraestructura, etc. Los derechos de decisión son una preocupación clave del gobierno de IT. El control bien definido de IT es la clave del éxito.
La forma tradicional de pensar sobre el gobierno giró en torno a la centralización y la descentralización, con los derechos de la decisión distribuidos en las partes interesadas. En los viejos tiempos – muy, muy atrás en los días de la “glasshouse” – todo estaba centralizado bajo el mando de un zar de la tecnología. A medida que paso el tiempo, sin embargo, la centralización cedió a la descentralización. Los zares contraatacaron con la estandarización. Ellos creían que, incluso si las líneas de negocio tenían cierta influencia, siempre y cuando los zares controlen las normas de tecnología, todavía tenían el control esencialmente. La centralización / descentralización / estandarización se mantuvo hasta la llegada de Internet, cuando el control fue desafiado por los «consumidores de tecnología” que ya no se perciben a sí mismos como «usuarios finales».
Desde mediados de la década de 1990, el péndulo del gobierno ha oscilado salvajemente. A mediados y finales de la década de 1990, la tecnología era considerada estratégica. Después del crash de las punto-com del 2000, el péndulo osciló de nuevo al control operacional. Se mantuvo así hasta 2003, cuando los presupuestos de tecnología comenzaron a aumentar. El péndulo se volvió de nuevo de lo operacional a la estrategia y, el gobierno fue compartido entre el CIO de la empresa y los CIO de las unidades de Negocios (si la estructura organizacional reconoce al CIO de la unidad de negocio) o sólo los directores de unidad de negocios. Estuvimos en esta situación hasta que el mundo se fundió nuevamente en 2008, y el péndulo giró de nuevo al gobierno. Esta vez, se movió de regreso al bloqueo de presupuesto total en que el gobierno se centralizó en manos de unos pocos o sólo uno, el CFO.
Durante todo este vaivén del péndulo, algo cambió. Casi como si fuera clandestinamente aprovechando en las distracciones presupuestarias, la tecnología se liberó del control de ambos; de la empresa y de los profesionales de las unidades de negocios. Se escapó de todos los argumentos por los que estuvo en vaivén para todos estos años. De hecho, hizo discutible la palabra «control».
¿Qué pasó exactamente? La tecnología se volvió de consumo masivo, consumida – y abandonó el edificio. También completó la dependencia que las empresas tienen en la fiabilidad, escalabilidad, alcance y seguridad de su tecnología digital. Dicho de otra forma, mucho más simple: las empresas no pueden existir sin IT.
El consumo masivo ha impulsado los precios hacia abajo y el desempeño al máximo. La consolidación de la industria ha impulsado estandarización de hardware y arquitecturas de software. Ahora es posible pagar menos y menos por más y más capacidad.
El consumismo extiende el control a todo el mundo. Mientras que la innovación en la tecnología digital solía ocurrir dentro de las paredes corporativas, ahora la línea más larga de la tecnología es en la tienda de Apple en el centro comercial. Los medios de comunicación social entraron en las empresas a través de ventanas abiertas por las nuevas generaciones.
Entonces, ¿qué significa todo esto para el gobierno? El cuento es que todas las viejas nociones de gobierno serán desafiadas por: la masividad, el consumismo y la entrega de tecnología.