Si estás bajo presión para comprar tabletas, volvé a estudiar la computación distribuida
Hace tiempo escribí una entrada acerca de este nuevo mundo de las APPS para cualquier cosa que se quiera hacer en un dispositivo electrónico.
Cuando escribí esa columna, solo había experimentado la distribución de APPS a teléfonos celulares y comenzaba a sufrir los efectos de la arquitectura de Tecnología de la década del ’90, la arquitectura distribuida, donde los problemas de sincronización eran algo de todos los días y el trabajo con datos desactualizados también. Luego y con mucha suerte, esos datos debían pasar por un proceso de sincronización y la gente de TI debía cruzar los dedos para que todo quede bien.
Si hablamos de correo electrónico esto no parece un gran problema pero, si hablamos de datos financieros y/o datos de clientes, es un GRAN PROBLEMA, que muchas veces significaba re-procesos y detención de prestaciones de los sistemas de tiempo real hasta que se lograba tener la información sincronizada.
Hoy estoy experimentando las ventajas de la arquitectura desde un dispositivo Tablet líder del mercado – ya se imaginan el logo de la manzana – y la experiencia comienza a mostrar claramente los mismos problemas de la computación distribuida pero ahora en pantallas touch y con muchos pero muchos iconos, personalmente creo que hemos retrocedido 20 años en lugar de avanzar con las arquitecturas tecnológicas disponibles.
¿Porque semejante afirmación?